El valle y la unción. Salmo 23
Una persona sobrecargada vive estresada, pierde la alegría del Señor y pasa a vivir con un nivel de desánimo crónico. Nuestro activismo y trabajo acaba escondiendo que no estamos bien. Nuestra alma llega a gritar que debe haber algo mejor de lo que ya conocemos y vivimos. Aprendemos a ignorar nuestra alma para continuar siendo productivos. ¿Cómo podemos salir de la lucha incesante por avanzar?