Hacer Discípulos – Hobby o Llamado?

 

La Gran Comisión de hacer discípulos de todas las naciones está dirigida a todo verdadero discípulo de Jesús. Todo verdadero discípulo se torna un discipulador. Al mismo tiempo, Dios llama a ciertas personas de forma vocacional no apenas para hacer discípulos en su tiempo libre y sí dedicarse, separarse, entregarse a ese llamado. Jesús habló “Y por ellos (mis discípulos) yo me santifico a mi mismo” (Jn 17.19).

 

Despierta, tú que duermes!

Dios está levantando movimientos de discipulado como la Década de Hacer Discípulos (DHD) y el Discipulado y Pastoreo de Pastores (DPP). El Señor está despertando a sus discípulos y discipuladores fieles para una transición, una metamorfosis. En Mt 10.1-2 los discípulos despertaron al inicio del día como discípulos. Terminaron el día comisionados como apóstoles. Dios está despertando a ciertas personas para entregarse de forma vocacional a la DHD, DPP y movimientos de discipulado parecidos. Estoy tocando la trompeta para que los obreros despierten con relación al tamaño del kairos que enfrentamos (Mt 9.37-38).

 

En mi carta abierta para pastores e iglesias destaco tres tsunamis que están destruyendo la iglesia. La iglesia está perdiendo en tres frentes: está perdiendo su juventud; está arriesgando, en algunos casos, su reputación y su voz al politizarse y está perdiendo a sus pastores. Estos tsunamis y otros parecidos que amenazan a la iglesia por dentro no serán contornados sin obreros comisionados, separados y remunerados para liderar movimientos de hacer discípulos.

 

¿Qué tipo de terreno eres?

Jesús dice a sus discípulos que la parábola del Sembrador es la base para todas sus parábolas y posiblemente para toda su enseñanza (Mc 4.13). Con relación a Tu llamado a la Gran Comisión (Mt 28.16-20), te encuentras más como terreno duro, de pedregales, espinoso o buena tierra? Lucas indica seis cualidades de esa buena tierra (8.15):

  1. Buena – atrayente, hermosa
  2. Recta – íntegro, sus palabras y su vida son una sola.
  3. Retiene lo que recibe – Lo guarda. Lo nutre. Lo profundiza.
  4. Oye la palabra y voz de Dios – Tiene encuentros divinos y transformadores.
  5. Da fruto – 30, 60 y 100 veces! Se multiplica en multiplicadores.
  6. Persevera – No desiste. Supera las dificultades que surgen.

 

Cultiva tu corazón!

Ninguno de nosotros somos tan buenos que podemos confiar que nuestro corazón corresponde al perfil mencionado arriba. Necesitamos guardar nuestros corazones (Pr 4.23). Necesitamos de otras personas que cultiven el terreno de nuestro corazón. Apégate a un discipulador con gracia mayor que la tuya. Busca oportunidades de andar juntos. Se proactivo en abrir tu corazón, tus alegrías y tus desafíos. Ora sobre como aprovechar mejor esa relación. Como andar más próximo. Y como avanzar en el llamado de hacer discípulos para que sea tu vocación y no apenas tu Hobby.

 

David Kornfield

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