Arrepentimiento: ¡Precursor del Avivamiento!

“En los últimos días—dice Dios—,
    derramaré mi Espíritu sobre toda la gente.
Sus hijos e hijas profetizarán.
    Sus jóvenes tendrán visiones,
    y sus ancianos tendrán sueños.
En esos días derramaré mi Espíritu
    aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual—
    y profetizarán. (Hch 2.17-18, NTV)

 

Vengo citando estos versículos decenas de veces en los últimos cuatro años. Dios me los dio de forma especial para ser uno de mis versículos del año para 2020, junto con 2Co 12.7-10. Mis palabras proféticas han crecido mucho. ¡Mis visiones y sueños también!

¡AL MISMO TIEMPO! Todos tenemos que crecer en usar esta frase viendo el otro lado de la moneda, ya sea en el campo político, en discusiones sobre género, áreas teológicas, resolviendo conflictos con otra persona o verdades que estamos descubriendo. Esta frase es divina para abrir puertas y construir puentes, en lugar de cerrar conversaciones y, a veces, relaciones cuando vemos apenas un lado de cualquier asunto.

¡Hechos 2.17-18! AL MISMO TIEMPO no percibí, hasta dos semanas atrás, que el contexto original de estos versículos en Joel 2.28-29, es un llamado absoluto y radical al arrepentimiento. Son dos capítulos sobre este tema! El pueblo de Dios estaba mal con su Dios. Y Dios estaba mal con su pueblo. Vea los imperativos en los primeros 14 versículos de Joel.

Despertad, borrachos, y llorad

Gemid, todos los que beben vino

Llora tú, como joven vestida de ropas ásperas por el marido de su juventud

Confúndanse labradores

Gemid, viñadores

Vestíos de luto y lamentad, sacerdotes (pastores!)

Venid, dormid con ropas ásperas, ministros de mi Dios

Proclamad ayuno, convocad asamblea,

Congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová

Un texto fuera de su contexto es un pretexto. Esto es un viejo dicho cuanto a la hermenéutica (interpretación de la Biblia). El arrepentimiento no es apenas el contexto de estos versículos en Joel. ¡Es el contexto en Hechos 2! Los que oyeron lo que Pedro dijo, “se compungieron de corazón” y ¡preguntaron que deberían hacer! Y Pedro les respondió Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo (Hch 2.38, NVI).

Quiero que Hechos 2.17-18 continúe marcando mi vida. Quiero avivamiento, ¡en mi vida y para todos nosotros! Para esto tengo que estar siempre sensible a áreas donde necesito arrepentirme y hasta quebrantarme (Is 57.15). Para más detalles sobre esto, vea el blog sobre “Avivamiento (Parte 6) – Convertirse de sus malos caminos” (enlace).

David Kornfield

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