La Biblia de Discipulado tiene un estudio que se titula “Formando la siguiente generación” (Gl 4.19). Comienza con la pregunta, “Qué calificación, de 0 a 10, le darías a tu generación respecto a la práctica del discipulado?”
Mi respuesta inicial:
Dios nos dio gigantes de la fe que levantaron la bandera del discipulado: Howard Hendricks, Robert Coleman, Keith Phillips, Bill Hull, Bill Bright, Dawson Trotman, Abe Huber, David Kornfield. ¡Nota 12 para ellos!
La iglesia evangélica en general, ¡nota 2!. Lee el blog sobre “Estamos ganando batallas. ¿Pero podríamos estar perdiendo la guerra? Parte 1 (enlace) y Parte 2 (enlace).
Nos enfrentamos a un desastre total por la falta de discipulado y pastoreo de pastores. Esta carencia lleva a las consecuencias de la ausencia de una cultura de discipulado en las iglesias.
Esto lleva a una pregunta rhema. ¿Cómo podemos ser mejores y diferentes de estos gigantes del discipulado que caminaron delante nuestro?
Aquí vienen unas respuestas iniciales:
¡No se trata apenas de hacer discípulos y discipuladores!
Y sí de:
- Ser y hacer discípulos saludables. ¡El tipo de discipulado que vale la pena multiplicar!
- Que los pastores sean discipulados y discipuladores.
- Que los líderes denominacionales y líderes estratégicos sean discipulados y discipuladores.
- No tener apenas individuos como discípulos y discipuladores y sí iglesias saludables y discipuladoras.
- Tener iglesias faros, iglesias con pastores y equipos comprometidos en ayudar a otras iglesias a ser saludables y discipuladoras.
- Crear una cultura de discipulado, una comunidad de discipulado, un movimiento de pastores e iglesias saludables y discipuladoras. Extendiéndose desde el pastor hasta el nuevo convertido.
- Realizar una Cumbre Latinoamericana de Discipulado.
- Que sea una Cumbre multiplicadora. Que no sea apenas un gran evento y sí el punto de partida para una Cumbre nacional, en cada país. Y que esta, a su vez, sea la base para una Cumbre denominacional en cada denominación principal del país.
- Que nuestros seminarios teológicos se basen en ser y hacer discípulos.
- Tener un discipulado de niños y jóvenes. Comenzar el discipulado como preadolescente, adolescente y jóvenes, tanto el discipulado generacional como en la familia.
- Odres nuevos para el vino nuevo del discipulado. Desde el nivel denominacional hasta el nivel de la iglesia y hasta el nivel de la familia.
- Unir el evangelismo y el discipulado. El evangelismo sin discipulado aborta a los nuevos nacidos. El discipulado sin evangelismo es estéril.
18 Ahora dice el Señor a su pueblo: «Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. 19 Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril (Is 43.18-19, DHH).
21 Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. 22 Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y se pierden tanto el vino como los cueros. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos (Mc 2.21-22, DHH).
Y tú ¿En cuáles temas de la lista anterior te gustarías especializarte más?
David Kornfield
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