¡la Cumbre fue fantástica! Cientos de vidas transformadas profundamente. Salimos muy diferente a como llegamos. Hubo un profundo cambio de paradigma. Llegamos preparados para un gran evento. Salimos con un llamado y compromiso de fortalecer e iniciar movimientos de avivamiento de la iglesia latinoamericana, semejante al día que los doce despertaron como discípulos y durmieron como apóstoles (Mt 10.1-5).