“Donde no hay visión, el pueblo perece” (Pr 29.18, traducido del KJV). Y el primero para morir es la persona sin visión. Todo verdadero líder es visionario. Pero visión puede traer muerte si no entendemos cuatro claves: 1) la fuente; 2) el fruto; 3) la necesidad de generar vida; y 4) multiplicación saludable.