¡Un Movimiento Profundamente Multigeneracional!

 

Quiero dar seguimiento al retiro de líderes y colíderes del DPP que hubo del 21-24 de octubre en Bogotá, Colombia.

Transición del final de Mateo 9 para el inicio de Mateo 10.

En esos tres días vivimos una transición del final de Mateo 9 para el inicio de Mateo 10. Iniciamos el retiro con la identidad de un movimiento pastoral y de ser y hacer discípulos y terminamos con la identidad de ser enviados (Mt 10.1) y de ser profundamente conectados a oír de Dios. Es decir caminamos para ser un movimiento de enviados (un movimiento misionero o apostólico) y un movimiento atento a lo que Dios está diciendo y haciendo (movimiento profético).

Los Hijos de Isacar

Fuimos profundamente tocados en el llamado a ser hijos de Isacar “De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, y cuyas órdenes seguían todos sus hermanos” (1Cr 12.32). Resaltamos cinco características de esos hijos.

  1. Desenvolvieron una cultura de discipulado a través de por lo menos cinco generaciones (1Cr 7.1-5).
  2. Los doscientos eran interdependientes para llegar a una sola conclusión.
  3. Entendían los tiempos, sabían discernir lo que Dios estaba haciendo.
  4. Sabían no apenas lo que su tribu necesitaba hacer sino lo que todo el pueblo de Dios necesitaba.
  5. Eran personas que entendían lo que es la autoridad espiritual y tenían seguidores fieles.

Los valientes de David

Paralelamente surgió la frase “los valientes de David” (2Sm 23). David tenía 37 valientes indicados por nombre. Treinta eran jefes de sus tribus, además tenía dos grupos de tres y un principal. En el retiro había un fuerte sentimiento de que el grupo presente tenían una lealtad y conexión profunda conmigo y yo con ellos.

Los enviados de Jesús

También nos identificamos con los 70 o 72 que Jesús envió. Ese número es un eco de los 70 ancianos de Israel que Dios ungió cuando Moisés ya no tenía condiciones de continuar liderando un pueblo tan grande y difícil. Es interesante que dos de los setenta no estaban en la reunión y el Espíritu del Señor cayó sobre ellos donde estaban y profetizaron (Nm 11.26). Éramos 65 personas en el retiro, pero sabemos que no todos los que querían estar consiguieron llegar.

Resumen

Nos identificamos con los 200 hijos de Isacar, los 37 valientes de David y los 70/72 de Jesús. Es claro que el número no es la clave. La clave es la lealtad a un líder de movimiento que a su vez nos eleva para que nosotros también seamos líderes de movimiento. Cada uno en el retiro firmó una carta individual con relación a su compromiso de entregarse plenamente a la Gran Comisión.

Fue evidente en el retiro que «aquellos que el Padre me dio” (Jn 17.6) son mis “hijos e hijas (de Isacar)”, mis valientes, mis enviados y comisionados. Pero todavía más importante oímos claramente que cada persona enviada también tiene “aquellos que el Padre le dio”! Sus hijos e hijas de Isacar, sus valientes, sus enviados y comisionados. Y esa generación levantará sus proprios hijos e hijas de Isacar, sus valientes y sus enviados y comisionados. Que seamos un movimiento profundamente multigeneracional!

 

David Kornfield

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