“¿Qué quieres que haga por ti?” – Jesús

Jesús pregunta, “¿Qué quieres que haga por ti?” (Mc 10.36, 51). Y en otro contexto nos llama a pedirle cualquier cosa a él, en su nombre y él responderá. En ese contexto, dice que nosotros haremos mayores obras que Él (Jn 14.12-14)!

Te pido oír a Jesús preguntándote “¿Qué quieres que haga por ti?” en este momento. Para y responde.

Yo paré. Si yo supiera que Jesús me concedería cualquier cosa que yo le pidiera hoy, ¿Qué le pediría?

Escribí “Jesús, quiero 1000 líderes estratégicos de todo el continente en la Cumbre en Bogotá del 25 al 28 de marzo.”

Y le pregunté si ese pedido era en su nombre – según su carácter y sus propósitos. Quiero hacer apenas lo que Él está haciendo. ¡Nada más! ¡Y nada menos!

Al escribir esto estamos llegando a 300 inscritos. Tengo el deseo de llegar a 500 hasta el final de este mes. Humanamente hablando es imposible. ¡Dios tendría que hacer un milagro!
Al mismo tiempo, Dios escoge trabajar conmigo y a través de mi para hacer sus milagros. He experimentado esto de forma asustadora en este último mes. ¡Pienso que eso es el prefacio o anticipo del avivamiento! ¡Oh, gloria 😊!

Jesús me aclaró lo siguiente sobre mi pedido de 1000 líderes estratégicos en Bogotá.

“En realidad no necesitas 1000, hijo mío. El número no es importante. Lo que es importante es que sean los líderes adecuados por las razones ciertas. Líderes de movimientos. Recuerda a Gedeón. No me importaban sus 32,000, ni sus 10,000. Lo que me importaba eran sus 300, que eran las personas competentes y llamadas para liderar la batalla y la victoria. Necesitas de un pequeño grupo de cada país que tenga el ADN de ‘Iglesia avivada! ¡Iglesia renovada!’. Ellos van a impulsar la Pre-Cumbre y la Cumbre en sus países después.”

El reconocido gurú de negocios, Jim Collins, en su libro Girando la Rueda (Good to Great), resalta el mismo principio. Los CEOs excelentes entendían el concepto de “tener a las personas adecuadas en el autobús”. Sabían retirar a las personas no adecuadas del autobús y colocar a las personas adecuadas. Una vez que tuvieran a las personas excelentes en el autobús podrían dirigirlo para donde quisieran y sería un gran éxito.

La clave es la selección.

A Jesús le tomó 18 meses el proceso de selección de los discípulos. Desde que los encontró por primera vez hasta orar toda la noche para seleccionar a los 12. Él entendía profundamente que la selección es la clave de todo. Para saber más sobre sus criterios y sus procesos de selección, ver aquí (https://dppastores.com/los-criterios-de-seleccion-de-jesus/).

En ese sentido los que están invitando a líderes estratégicos para la Cumbre necesitan entender el ejercicio VIPS (enlace), explicado en este enlace (https://dppastores.com/seleccion-de-lideres-extra-locales-ejercicio-vips/) .

Dios hará su parte. Nuestra parte es seleccionar bien para que las personas adecuadas estén en la Cumbre. Y todos lo que vamos debemos preparar nuestros corazones y mentes para lo que Él quiere hacer.

La gran barrera para la participación en la Cumbre son las finanzas. He sido criticado y cuestionado múltiples veces por que la Cumbre es demasiado cara. Primero procuré opciones en mega-iglesias, pero al final la opción más viable fue el Hotel Tequendama con su auditorio para 1000 personas, los veinte salones para talleres y países y espacio para stands.

Dios me habló que lo que parece ser el mayor problema de la Cumbre – las finanzas – es la mayor fortaleza de la Cumbre! Las finanzas realmente son una barrera. Pero más que eso son un filtro, separando a los curiosos y a los interesados de los llamados. Los que lleguen a la Cumbre serán personas altamente comprometidas, llamadas y dispuestas a pagar el precio. Entienden que son privilegiados en estar. Entienden que la causa – revertir el gran desiglesiamento de América Latina – vale todo el esfuerzo que están haciendo.

Cerrando, necesitamos de tres tipos de participantes para la Cumbre:

1.Los líderes estratégicos que participaran de cuerpo, alma y espíritu.
2.Los apoyadores financieros que ayudarán a esos líderes a poder participar.
3.Los intercesores entrando en profunda acción con relación a las muchas batallas espirituales que enfrentamos. Satanás no quiere que la Cumbre acontece de cualquier forma!

Tú que estás leyendo este blog, ¿en cual de los tres te encuentras?

Y cómo responderías a la pregunta inicial, “Si supieras que Jesús te concedería cualquier pedido que le hagas hoy, ¿Qué pedirías?” ¡Podría valer la pena hacer un retiro con Dios sobre esto!

David Kornfield

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