Señor Jesús, ¿Qué necesito hacer para rescatar a mis discípulos, Tus discípulos? ¿Mi equipo, Tu equipo? Los estoy perdiendo, a ellos y a mí mismo, por estar abrumados. Estamos corriendo como Marta y no conseguimos sentarnos a tus pies como María. Estamos perdiéndonos en demasiados frentes, cuando apenas una cosa es necesaria (Lc 10.41-42).

¿Que podemos hacer, Señor?

Claramente ellos y yo necesitamos disminuir nuestro ritmo de actividades. Necesitamos concentrarnos en Ti y en cómo andar Contigo de forma simple. A continuación, comparto lo que siento que Dios me habló.

Mis prioridades para avanzar

1. Permanecer en Cristo 1 (Mc 1.35; Hch 6.4). Un verdadero encuentro divino al inicio de cada día. Separar por lo menos una hora para esto. Un retiro con Dios, con cierta regularidad, para hacerme un chequeo espiritual y recalibrar mi vida. La frecuencia para este encuentro sería según mi necesidad.

2.Permanecer en Cristo 2 (Jn 15.1-11). Vivenciar la presencia de Cristo durante todo el día, teniendo encuentros divinos. Esto incluye parar frecuentemente para oírlo a Él, especialmente en encuentros de mentoreo, consejería, discipulado y de equipo. Puede ser en encuentros individuales, en grupos pequeños o en grupos grandes. Según Jesús, en Juan 15, las marcas de permanecer en Cristo son frutos. Los frutos del Espíritu como el amor y la alegría (vv. 9-13, 17), y como multiplicar la vida de Jesús en otras personas (vv. 5, 8, 16). Esto requiere ser podado (vv. 2-3; Heb 1.2).

3.Descansar en Cristo

“¿Estás cansado? ¿Desgastado? ¿Agotado con relación a la religión?
Ven a mí. Apártate conmigo y recuperarás tu vida.
Te mostraré cómo tener un verdadero descanso.
Camina conmigo y trabaja conmigo, mira cómo yo lo hago.
Aprende los ritmos no forzados de la gracia.
No colocaré nada pesado o que no cabe bien en ti.
Acompáñeme y aprenderás a vivir libre y livianamente”

(Mt 11:28-30, traducción de The Message, Eugene Peterson).

Necesito mantener un ritmo saludable y equilibrado de trabajar descansado y descansar del trabajo. Lo que incluye tiempos diarios libres, cuidando bien de mí mismo y de mí familia, un día sabático semanal, donde paro completamente de todo lo ministerial y buenas vacaciones. ( En mi caso particular, estoy incluye anualmente: 15 días de vacaciones sólo para Débora y para mí al inicio de enero cada año; 9 días de minivacaciones agendado en bloques de tres días en abril, julio y octubre; 5 días de vacaciones con toda nuestra familia.)

4.Ser simple (Mt 6.33-34). En todo, incluyendo mi vida ministerial. Debo hacer el ejercicio de enfoque simplificado. Hacer una lista de mis 6-8 mayores prioridades ministeriales para entonces colocarlas en orden de prioridad y priorizar en mi agenda las tres primeras. Debe incluir ser discipulado y discipular (aquellos que me diste: Juan 17, especialmente vv. 4, 6), el enfoque en mi llamado y mi equipo (Hch 26.19) y equipar a otros (Ef 4.11-12). Todo lo que no fluye de esto y para esto no es indispensable. Es secundario y negociable, con la posibilidad de ser podado parcial o completamente.

5.Confiar en la soberanía de Cristo. Esto incluye confiar en que si algo no encaja ahora, encajará en el tiempo de Él, si es de Él (Ec 3.1-9). Él hace todo hermoso en su tiempo (Ec 3.11a). Él sabe que tenemos poca fuerza. Él abre puertas que nadie puede cerrar. Y cierre puertas que nadie puede abrir (Ap 3.7-8). Si entiendo esto bien, puedo vivir descansado en lo que Él cierra y lo que Él abre.

6.Interdependencia. Todos somos vulnerables a nuestra ceguera, a nuestros deseos y los deseos y necesidades de otros, y a tomar decisiones propias y no divinas. Una de las mejores formas de protegernos es compartir decisiones significativas con nuestro mentor o líder, sin actuar de forma independiente, ni de forma dependiente. Juntos oyendo a Dios y alineando nuestras vidas con Él.

Si estás abrumado, te sugiero que tus próximos seis devocionales enfoquen estos seis temas para oír de Dios si realmente son tus prioridades para avanzar.

¿Hay algo que te gustaría añadir?

David Kornfield