Dos hombres similares construyeron dos casas similares que enfrentaron exactamente la misma tormenta; sin embargo, una casa se mantuvo firme mientras que la otra se derrumbó. ¿Por qué?
¡La diferencia estaba en los cimientos, en la base!
Hay muchas lecciones que podemos aprender de esta importante parábola. Quiero resaltar tres.
Lección 1. ¡Las apariencias engañan!
Desde el nivel del suelo hacia arriba, ambas casas parecían exactamente iguales. La diferencia estaba en los cimientos: ¡desde el nivel del suelo hacia abajo!
Lo externo engaña.
Porque los cimientos no se ven y sólo se pueden ver en tiempos de crisis: ¡cuando llega la tormenta!
A menudo, en la vida y en el ministerio, estamos atrapados en meras apariencias, porque nos sentimos atraídos por construir la fachada (para lucir bien), en lugar de construir los cimientos (¡para ser buenos!).
Nota. La crisis de la tormenta en sí misma NO sienta las bases. ¡La tormenta simplemente revela qué tipo de fundamento hay debajo!
¿Cuál es la base de los fundamentos? Esa es la lección 2.
Lección 2. Un fundamento firme se construye al conocer (¡y HACER!) la Palabra de Dios.
Jesús no dijo que los que conocen las Escrituras son sabios y los que no las conocen son lo contrario.
Más bien, Jesús en realidad dijo que “aquellos que oyen estas mis palabras Y LAS HACEN” ¡son en verdad los sabios que construyen una base sólida!
Nota esto. ¡Existe una diferencia crítica entre CONOCER y HACER la Palabra de Dios!
Josué 1:8 dice: «Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; CUMPLE CON CUIDADO todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. »
En la Gran Comisión de Mateo 28:18-20, Jesús NO dijo: «… enseñándoles todo lo que os he mandado»; más bien, nuestro Señor, en realidad dijo: «enseñándoles A HACER todo lo que os he mandado”!
Como he dicho muchas veces: “La verdad no cambia vidas. ¡Es la VERDAD APLICADA la que cambia vidas!”
¡El HACER hace toda la diferencia! Es fundamental. ¡Es la diferencia entre “piedra y arena”!
Aquí está la importancia para el discipulado de hoy. El verdadero discipulado requiere acciones decisivas: ¡pasar del conocimiento de la verdad a la aplicación de la verdad!
Lección 3. ¡No caigas en la tentación de tomar atajos!
Evidentemente, es más barato construir sobre arena que sobre roca. Es más rápido construir sobre arena que sobre roca. Es más fácil construir sobre arena que sobre roca. Y si no hay tormentas, ¡es más inteligente construir sobre arena que sobre roca!
Siendo así, ¡es muy tentador tomar un atajo y construir sobre arena! Y asumimos, erróneamente, que lo que construimos (que es más barato, más rápido, más fácil, más inteligente e impresionante) es lo suficientemente bueno para resistir la tormenta.
¡Gran error!
Vendrán tormentas. Es inevitable. Ambas casas experimentan la tormenta. Es un sentimentalismo superficial (que no es bíblico) asumir que los cristianos no enfrentarán tormentas. Vendrán tormentas tanto sobre cristianos como sobre no cristianos y, cuando lleguen, pondrán a prueba nuestros cimientos.
En conclusión, lo que hacemos en secreto (cuando nadie ve y nadie sabe) edificará o comprometerá nuestros cimientos. No te deleites simplemente con la fachada. ¡Profundiza en los cimientos!
¡Construye tu casa a prueba de tormentas! ¡No caigas en la tentación de tomar atajos!
Que tengas una bendita peregrinación por delante.
Edmund Chan, Singapur
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