Hacer discípulos es la misión central de la iglesia (Mateo 28:18-20).
Para cumplir esta misión dada por Cristo, no es suficiente hacer discípulos; ¡también implica ayudar a otros a hacer discípulos!
La estrategia bíblica de hacer discípulos intencionalmente avanza con un efecto multiplicador: ¡discípulos fructíferos que reproducen discípulos fructíferos! Es multiplicación espiritual, no adición espiritual.
Entonces, ¿cómo ayudamos a otros a hacer discípulos?
Horneando Macarons
Considera esto. ¿Cómo ayudarías a un grupo de ciegos a hornear macarons?
Ya es un desafío enseñar a un grupo de hombres a hornear macarons. ¿Cómo le enseñarías a un grupo de ciegos?
Respondamos a la pregunta con algunas preguntas clave.
Pregunta 1. ¿Alguno de ellos tiene experiencia en hornear?
Hace una gran diferencia si aquellos a quienes buscamos para ayudar tienen experiencia en hornear o no.
Pregunta 2. ¿Alguno de ellos sabe lo que es un macaron?
No podemos hornear lo que no conocemos. Perdóname, pero no sabía lo que son los «macarons», hasta que Ann y mis hijas comenzaron a hornearlos (¡y me los comí)! Un macaron es una galleta tipo sándwich que se rellena con mermelada, ganache o crema de mantequilla. Entonces, obviamente, si uno ni siquiera sabe qué es un macaron, ¿cómo puede uno hornear un macaron?
Pregunta 3. ¿Quieren hornear macarons?
Si no tienen ningún deseo de hornear macarons, ¿qué ganas tendrían de aprender a hornearlos? La disciplina sin deseo es trabajo pesado.
Pregunta 4. Esta es la pregunta más pertinente de todas. ¿Sabes cómo hornear macarons?
No podemos enseñar lo que no hemos aprendido. ¡Porque cómo podemos enseñarle a alguien a hornear macarons cuando ni siquiera sabemos cómo hacerlo nosotros mismos!
Haciendo discípulos
Ahora, traduzcamos estas consideraciones clave para hacer discípulos.
- ¿Alguno de ellos tiene experiencia de discipulado?
¡A veces necesitamos ayudar a otros a superar las experiencias negativas al «hacer discípulos» y desarrollar experiencias positivas!
- ¿Alguno de ellos sabe lo que es un discípulo?
No podemos desarrollar lo que no logramos definir. Y esta definición no es sólo un ejercicio académico. De hecho, la mejor manera de saber cómo es un discípulo de Cristo es conocer a alguien que sea un apasionado seguidor de Cristo. El ejemplo lo explica todo.
- ¿Quieren hacer discípulos?
Este es un punto de partida importante para ayudar a otros a hacer discípulos. ¡Comienza con el POR QUÉ!
- ¿Tú sabes cómo hacer discípulos y realmente lo has hecho con éxito?
En el caso de hacer discípulos, no podemos enseñar efectivamente lo que no hemos hecho con éxito. Es volver a lo básico. Se necesita un discípulo para hacer discípulos.
¿Entiendes la idea? Así que, ¡simplemente seguir repitiendo ante el púlpito que la iglesia debe hacer discípulos no produce automáticamente discípulos! Hay algo más. Necesitamos predicadores, sí. ¡Pero también necesitamos practicantes reflexivos!
Que tengas una bendita peregrinación hoy.
Edmund Chan
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